lunes, 24 de abril de 2017

El favorcín

Ya ha pasado un tiempo desde la ultima vez que me puse a escribir algo aquí, ya es hora. Capitán, céntrese. Por motivos de papeleo diplomático tuve que faltar un día y al momento de incorporarme había un adelanto importante en las prácticas. Con el permiso del mister me puse manos a la obra con un pequeño problema del coche.

El problemón.

Soy muy listo si. Resulta que hace poco me puse a mirar una cosa en lo referente a la distribución del coche, para ello es necesario quitar la rueda delantera derecha y como buena llanta de calidad premium y suculenta para ladrones tiene tu tornillo de seguridad TOP. Realicé todo lo que tenia que hacer y aquí es donde viene la parte del listo; Apreté todas los tornillos y guardé todo. Salí con el coche camino a Santander y cuando me fui a dar cuenta recordé haber dejado el vaso de seguridad puesto en la rueda... Paré en la primera salida que encontré y efectivamente, sin vaso. 

Como bien he aprendido en la clase me puse a practicar mecanizado en un pequeño vaso para poder conseguir la forma correcta.


Pues quedó algo así, el problema principal fue que las patillas volvían a su forma original con un poco de torsión que aplicases, ahora.

Decidí meterle un poco de soldadura para reforzarlo, ademas le aportaba mayor solidez e igual quedaría chulo. Pues no, funcionó una vez pero dos no.




Así que en clase me dedique a repasarlo y a ver si podía mejorar el apaño con la rotalín y e incluso con el coche para cambiar de paso la polea dumper. 








Pues nada oye, da rabia decirlo pero perdí tres horas de trabajo para nada, bueno no. El coche saldrá en un par de fotos para el tríptico del grado, jeje.




Bueno y al final de toda esta historia conseguí un vaso que puede servir ya que es casi igual al que perdí, me alegra la verdad.
Un saludazo.